Nayib Bukele irrumpió en la política como un joven “outsider” que rompía con la tradición de los partidos establecidos en El Salvador. Ahora tiene la posibilidad de gobernar el país por varios años más, ya que el sistema actual juega a su favor, advierten algunos analistas.
Eso también es lo que teme la debilitada oposición, como resultado de las reformas aprobadas y ratificadas este jueves por la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista.

El presidente Bukele logró en poco tiempo no solo una amplia popularidad y abrirse paso en la política, sino también acumular poder total y consolidarlo en el tiempo, tal como ha ocurrido con otros países como Nicaragua o Venezuela.
¿Cómo lo logró?
Nayib Bukele logró ser candidato presidencial en 2019 tras superar una serie de obstáculos. Muchos dudaban de que tuviera oportunidad de pasar a la segunda vuelta. Sin embargo, ganó la Presidencia en la primera con más del 53 % de los votos válidos.

Pasó los primeros dos años de su mandato enfrentado con la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Legislativa, controlada por la oposición, que no apoyaba sus iniciativas, como las medidas para afrontar la pandemia de covid-19, préstamos para proyectos de inversión o para dotar de mejores herramientas para que las fuerzas de seguridad combatieran las pandillas. Incluso militarizó la Asamblea Legislativa para presionar a los diputados con el fin de que aprobaran un préstamo millonario para financiar su estrategia de seguridad.

El poder real de Bukele se consolidó en las elecciones de 2021, cuando su partido obtuvo mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa y en su primera sesión, el 1 de mayo de 2021, los diputados destituyeron a los miembros de Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema y al fiscal general, dos instancias de contrapeso democrático.
Con el control de la Asamblea, Bukele logró nombrar a funcionarios de segundo grado que apoyaran sus iniciativas y forma de hacer gobierno.
La nueva Sala de lo Constitucional allanó en septiembre de 2021 el camino para que Bukele pudiera optar a la reelección inmediata, en un fallo controvertido y criticado por la oposición, que la acusó de violar la Constitución.
Los magistrados establecieron que Bukele podía competir por un segundo mandato, pero que debía dejar su cargo seis meses antes de que comenzara un nuevo periodo.
En julio de 2023, el partido Nuevas Ideas realizó sus primarias con él como único candidato y, en diciembre de 2023, la Asamblea Legislativa aprobó la solicitud de Bukele de permiso para dejar el cargo durante seis meses y así centrarse en la campaña para la reelección. Bukele ganó los comicios con el 84,6 % de los votos en febrero de 2024. A las urnas fueron convocados más de 6 millones de ciudadanos.
Las recientes reformas aprobadas y ratificadas por los diputados, de mayoría oficialista, le permiten a Bukele no solo consolidar su poder, sino prolongarlo.
¿Cuáles son las implicaciones para El Salvador?
Algunos analistas advierten que el entorno actual del país es conveniente para que Bukele se presente en 2027 como candidato. “La gente no está preocupada de lo que están haciendo los políticos, está preocupada en que no le alcanza la plata. Entonces, a esto le sumas una oposición dispersa, una oposición sin talentos, sin liderazgo, poco confiable y poco creíble, está en el mejor de los mundos el presidente”, dice la abogada y analista Bessy Ríos.
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